martes, 28 de enero de 2014

Guía de aquello que odiamos

Nadie dijo que vivir fuera fácil, que todo fuera un cuento de hadas o que el color que tiñe nuestras vidas fuera el rosa. Y si lo dijeron, mentían. Vivimos en una sociedad en la que asociamos el verbo "tragar" con pasar por todos los aros que se nos impongan, y así estamos. Al borde de sufrir un infarto, sintiendo cómo se van formando pequeñas úlceras en nuestro interior, que se van extendiendo poco a poco, porque tenemos que mantener la compostura; esa a la que nos entran ganas de patear a diario, y que solemos cambiar por una sonrisa y la mejor de nuestras caras, para poder caminar tranquilamente.

Y la verdad es que creo que muchos estamos hartos de aguantar este tipo de situaciones y me pregunto por qué hemos de hacerlo. Hay ocasiones en las que el ser humano debe ser egoísta y pensar en uno antes que en nadie. Por eso, he creído oportuno hacer una pequeña guía de cosas que todos odiamos, ( o muchos, al menos) con el objetivo de que otros tomen conciencia de la importancia que tiene la palabra "prudencia", en el día a día. Si usamos la prudencia unos y otros, todo será mucho más fácil.

1-  Odiamos las visitas sorpresas en casa: Si, así es. No sabemos por qué se producen, pero se producen. Eso de que estás en casa, relajada, con una mascarilla puesta en la cara, un moño en la cabeza, tu pijama, viendo una película, calentita, disfrutando de ese momento de relax que tanto deseas...y listo. Todo se viene abajo. Una visita inesperada, que debe desconocer el significado de la palabra teléfono, se presenta en casa, dispuesta a que si tienes algún plan, lo canceles y si estás tirada en el sofá, te levantes. Yo es una cosa que no suelo hacer, a no ser que sea para dar una sorpresa a alguien, o mi visita sea de cinco minutos. Así que cojamos lápiz y papel y apuntemos. Se llama por teléfono antes de ir a los sitios.

2- Esa gente que te organiza la vida sin pedirte opinión: Esto es otra cosa que tiene guasa. Resulta que uno no sabe ni qué va a hacer mañana, pero hay personas que ya han maquinado por ti el plan. Sin que ni siquiera tú lo sepas, ellos han planeado un día para ti, donde el compromiso es el protagonista, y tú eres la débil víctima; ¿por qué?, pues porque te ves atrapado en un bucle vicioso de educación y no sabes por dónde salir, con lo cual terminas diciendo que si, sin tener ningunas ganas de acudir al gran evento. Por lo tanto, es bueno comentar los planes en grupo, y es muy importante no presionar, que todo el mundo actúe libremente.

3- Aquellos que ven en Whatsapp la mejor forma de comunicación: Como ya sabemos, el whatsapp es un gran invento, por el que nos podemos relacionar con personas a cualquier hora y sin excusa aparente. Esto está muy bien para hablar con amigos que hace tiempo que no ves, para quedar con éstos, para conversar sobre algún tema que surja...pero no para ver las tostadas que el otro desayuna por la mañana o su foto antes de meterse en la ducha. Por favor, hay grupos y usuarios que se dedican a retransmitir su día a día en completo directo. Es peor que Gran Hermano, y peor aún es que esto no ocurre una sola vez. Sino que es una rutina, que te deja el móvil sin batería y te llega a producir taquicardias. 300mensajes en un minuto. Por favor, usemos la cabeza...

4- Los tacaños: Esta modalidad puede que no sea muy común, pero también existe, y lo peor de todo esto es la cara de imbécil que se te queda cuando, después de tú invitar siempre a todo, o a casi todo, el día que no lo haces, éste te exige su parte. En estas situaciones es muy importante trabajar la paciencia, porque de lo contrario nos daría un patatús. Morderte la lengua es otra de las opciones, o simplemente echarle cara y comentarle tu opinión. Yo creo que todos podemos salir con más o menos dinero, siempre nos podemos ver en algún apuro, pero salir de gorra es feo y dar por hecho que te lo pagarán los demás, más aún. ( Por supuesto estamos hablando de gente que hace de esto su modo de vida, no de ocasiones puntuales que podemos sufrir todos).

5- El que viene sin que se le diga ven: Sí, los hay. Hay quien acostumbra a ir sin ser llamado, que oye campanas sonar y se agarra a éstas, de modo que te guste más o te guste menos se acopla a tu plan y ahí te quedan dos opciones: si te apetece que venga, bien. Pero si no...llega lo más difícil. O bien inventarte una excusa burda y pésima en un segundo, o bien notar cómo se apodera de ti un calor interior que disimularás con un : "ah, estupendo". Lo mejor en estos casos es tirar de la excusa, porque por mala que sea, sirve para algo.

6- Aquella gente que vive en una continua perfección: Esto de encontrarte a gente, o quedar con personas que hace tiempo que no ves y que se produzca un bombardeo de felicidad a tu alrededor que te dé hasta miedo, también ocurre. Y es que hay seres afortunados que han sido tocados con la varita mágica de la buena suerte y todo es maravilloso, y no te han dado ni dos tristes besos cuando ya te han dado una lista de esa pirámide de perfección que les invade. Para colmo, si eres sincero y te dedicas a explicar que tu vida es bonita, siendo menos ideal, o se te ocurre comentarle cualquier problema en el que te veas involucrado, te contestarán: "eso a mi no me pasa". Y es entonces cuando a ti te entran ganas de sacar de tu bolso ese blister de valeriana que siempre llevas, y tomarte una con resignación. Lo mejor que puedes hacer es decir que si a todo, para que la tortura acabe lo antes posible.

7- Y por último, no podía faltar esa gente que agarra el brazo entero cuando se ofrece la mano:  Los he dejado para el último puesto, porque los últimos serán los primeros. Esto ya si que nos repatea. Y creo que en este punto en concreto, si hablo en voz de todos los que leáis este artículo. No hay cosa que más coraje pueda dar, que cuando te comportas bien con alguien, le ayudas o tiendes la mano,  no sepas que has caído en la mayor de las trampas. Para ti puede ser obrar bien, hacer un favor, hacer lo que sientes en un momento puntual, pero para el otro no. Ya te ha tomado por tonto, porque aunque te parezca mentira, hay personas que tienen cara para eso y para más. Cuando la bondad se transforma en aprovechamiento, conveniencia o imposición por parte de terceros, lo mejor que haces es cortar por lo sano y huir tan rápido como puedas, puesto que estas aves rapaces, siempre te terminan encontrando.

Y esta es mi pequeña guía de " supervivencia", y la llamo así porque no sé cómo somos capaces de pasar por estas situaciones y salir airosos, sin hacer todo aquello que se nos pasa por la mente en el mismo instante en el que transcurren los hechos. Aquí hago constar aquello que creo que muchos o todos odiamos, para que algún día, todo cambie y podamos vivir en una burbuja real de bienestar y salud mental...

No hay comentarios:

Publicar un comentario