domingo, 9 de marzo de 2014

Cómo detectar a un "tocapelotas oficial"

Es multiforme, y además tiene la virtud de la invisibilidad. No siempre lo detectamos, pero lo creamos o no, la presencia del típico "metemierda" de toda la vida, nos persigue hasta el final de nuestros días. También conocido de manera coloquial por "mosca cojonera" o "tocapelotas", no podemos poner fecha a su nacimiento, porque nos acompañan desde que hay vida en la tierra. Por eso es importante saber cómo debemos plantarle cara, para que sus acciones no nos perjudiquen.

Para empezar, deberíamos dar unas simples pautas que nos puedan ayudar ante un momento de crisis. Estas personas son el fruto de la negatividad, la suma de unas dosis de envidia personal o el total de una ecuación de vida con la que no se es feliz. Todo puede ser traducido al aburrimiento o simplemente, a un gran complejo de inferioridad frente a los demás.

Por desgracia, para que se den todas estas características no tenemos que ir muy lejos, porque seguro que con esta pequeña definición, ya tenéis en mente a más de una persona que cumple todos los requisitos. Si, es muy frecuente, por eso debemos saber abordar las situaciones que generan, con paciencia e inteligencia.

¿Qué pretenden?; pues bien, la respuesta es molestar, sembrar problemas, matar las ilusiones del que es feliz, provocar sentimientos de culpa en el prójimo o meter el dedo en la llaga para buscar un poco de atención, para buscar un sentido a una vida insípida e insatisfecha.

¿Cómo actúan?; pues depende. Depende siempre de las circunstancias que rodean a la víctima, de su entorno, su vida laboral,  personal, sentimental, etc. Se trata de hacer el mal porque si, pero siempre de una forma sutil, para no levantar sospechas en sus presas. La risa siempre es un buen aliado para lanzar puñaladas y hacer pensar, porque de eso se trata, de comer el coco sin que nos demos cuenta, de disfrazar de opinión lo que es una sombra de escasa generosidad o aprecio. Cuándo tengamos dudas podemos preguntarnos si en esa situación nosotros habríamos actuado de igual forma, y como la respuesta que nos daremos será una negación rotunda, ahí comprobaremos que algo no va bien.

¿Qué hacer?; después de dar muchas vueltas y llegar a la conclusión de que esta figura existe desde que tenemos conciencia, creo que lo mejor que podemos hacer es no hacer nada. Caso omiso, mirar hacia otro lado, darle las gracias por tan cariñosas sugerencias y pasar página. De nada nos sirve plantar cara o intentar hacerles ver que derrochan maldad por los cuatro costados, de esa forma no acertaremos, porque no siempre son conscientes de lo que hacen. Aunque pueda parecer mentira, los hay que incluso piensan que hacen favores al lanzar improperios verbales.

Pondré varios ejemplos para que reconozcáis el "modus operandi":

Situación1 ( Clásica y habitual):
 En una oficina de trabajo. Estás tú tan alegremente, porque estás teniendo un buen día, porque se acerca el fin de semana y por fin vas a poder perder de vista a tu jefe, y llega el susodicho y te dice: " Oye, el otro día estaba yo haciendo fotocopias y pude oír como Fulano y Mengano te estaban poniendo como los trapos. Me quedé con la boca abierta, vamos." Como habréis imaginado, no hay ninguna necesidad de traer y llevar a nadie y mucho menos amargar el día a una persona, sólo porque un tercero en discordia quiera pagar sus frustraciones con los demás. Ahí lo tenemos, ante nuestra mirada ojiplática.

Situación2 (La envidia personificada):
Una pareja rompe y vuelven al cabo del tiempo. Ambas partes cuentan con orgullo y felicidad que han vuelto y que se encuentran más enamorados y unidos que nunca. Cómo no, aquí está el comentario destinado a crear problemas en la relación: " Pues anda que os lo habréis pasado poco bien en este tiempo, ( entre risas), o " no tienes dignidad, mira que volver después de que te hiciera x", "pues yo creo que vuestro matrimonio tiene los días contados, al año no llegáis"... Salta a la vista, por lo tanto no voy a explicar nada más.

Situación3 (A saco):
Alguien ha encontrado un puesto de trabajo y se encuentra feliz por ello. Decide contarle a su círculo la gran noticia, y entonces alguien te dice: "¿ y te pagan esa mierda?, yo cobro dos veces más que tú y en menos horas"; " yo tengo un amigo que trabajó en lo mismo y no quedó nada contento, pero enhorabuena" o también, " pues ese trabajo no te pega nada, yo no trabajaría en eso ni loco". Y fuera ilusión, y si ya eres inseguro, pues te están ayudando a cavar tu propia tumba. Por increíble que pueda parecerte, sea como sea, no se alegran por tu gran noticia. Aunque tengan un excelente puesto de trabajo, la sangre hierve igualmente para ellos.

Alguna vez todos nos hemos preguntado: ¿por qué a nosotros?, y claro, la respuesta es bien sencilla, porque hay demasiados. Dispuestos a dejarnos sin energía, sin fuerza, sin felicidad!! y de ninguna de las maneras podemos venirnos abajo, de una forma tan gratuita.

Podría narraros miles de situaciones más, pero no creo que sea necesario. Me apuesto cualquier cosa a que ya sabéis seguir vosotros solitos. Y si después de haber leído este artículo, aún no habéis puesto cara a nadie de vuestro alrededor, es o porque tenéis mucha suerte o porque no habéis abierto bien los ojos. Como último consejo os diré que no debe asustarnos cuando éstos aparezcan en nuestras vidas, porque como dice el refrán, No ofende quien quiere sino quien puede, y si somos listos no hay que prestar ni un mínimo de atención a comentarios inoportunos. Cuando nuestras bases están fuertes, la amargura ajena no puede derrumbarlas, sólo debemos sentirnos afortunados por tener lo que tenemos y disfrutar de ello. Que nada ni nadie venga a contagiarnos malas vibraciones y feliz semana!!






No hay comentarios:

Publicar un comentario