Es lo de siempre, llevamos siglos sufriendo una condena y no
somos capaces de aprender la lección. No aprendemos o no queremos aprender, ya
no lo sé. Ya hasta dudo. Ni los mayores avances tecnológicos nos ayudan a
desnudarnos (en sentido poético, porque en el sentido literal eso lo
entendemos perfectamente), y yo ya no sé qué es mejor, si tirar la toalla, o
seguir intentándolo. Al menos es divertido.
¿De verdad todavía no sabéis de
qué hablo?; está claro, de ti y de mi, de nosotros, de nosotras y de vosotros.
De los eternos sexos opuestos, esos mismos a los que odiamos pero siempre
buscamos, esos a los que deseamos y a los que, por supuesto, no entendemos. Y
cuando digo esta frase, intento neutralizar mi género femenino y hablo en voz
de todos.
El otro día me estaba tomando un
café y pequé, lo siento. No debería, pero escuché una conversación de dos chicas,
en la que ponían a un chico de vuelta y media por no haber reaccionado a las
“señales” que una de ellas le había mandado. La verdad es que la moza estaba
bastante ofendida y calificó a su amado con apelativos de la talla de “lerdo”,
“imbécil”, “cabronazo” o “subnormal”. Eran bastante más jóvenes que yo, y lo cierto es que tuve que morderme la lengua, por no darle unos consejos. Y como no
me he podido desahogar con ellas, aprovecho ahora para hacerlo con vosotros.
Reglas básicas para chicas:
1-
No
perdáis el tiempo con las señales. No
hagáis esto porque ellos no lo entienden. Si queréis soltar indirectas y que
reaccionen, podéis esperar sentadas. Nosotras siempre buscamos más allá. Ellos
no. No captan, sólo escuchan la frase tal cual y no interpretan, así que ahorraros
el mundo del jeroglífico y sed claras, aunque os sintáis ridículas.
2-
No
demostréis demasiado interés en las primeras citas: Dejad a un lado Leyendas de pasión y jugad un
poquito a dar una de cal y otra de arena, que es mucho más interesante.
3-
No comparéis
al nuevo novio con el ex: Del ex ni nos acordamos. Es esa sombra grisácea
que ahora miras y te parece incluso feo, pero sin embargo, cuando se produce
una pelea importante, ahí está él. Error!!!, si con el ex fue mal, no queramos
repetir los errores del pasado.
4-
Cuando
estamos enfadadas, estamos enfadadas, nada de negarlo. Este es otro de los
puntos que llevan a desencuentros. Y es que los hombres no entienden que cuando
se nos pregunta si estamos enfadadas, la respuesta es sí. Lo estamos. Y si decimos
que no es sí. Digamos si a la primera y
dejémonos de pamplinas.
Reglas básicas para chicos:
1-
Hay
que espabilar. Siempre estáis con la queja de que somos complicadas, pero
el mecanismo es muy sencillito. Si siempre repetimos los mismos pasos, ¿podéis estar más atentos?; seguro que si os fijáis más, acabáis entendiendo
nuestra táctica. Probad a ir siempre más allá “de”.No deis respuestas rápidas, hay que currarse la ilusión de una mujer. En el análisis de nuestras "indirectas" están las soluciones.
2-
Cuando
veáis el fútbol, probad a prestarnos más atención, aunque sea mirando por el
rabillo del ojo. No hay cosa que me siente peor que estar viendo el
fútbol con tu pareja, rollo, amigo especial, y que no nos escuchen. Con un mínimo de atención nos conformamos,
aunque sea un simple disimulo.
3-
Queremos
hombres detallistas. Y con esto me refiero a fechas importantes, detalles
que marquen vuestra relación, un poquito de creatividad para
sorprendernos…nosotras lo hacemos muy a menudo, y no digo yo que no haya
hombres detallistas, ojo!! Pero los hay muy despistados, y tenéis que saber que
nos derriten los pequeños detalles. Un mensaje a media mañana, una llamada
nocturna inesperada, una sorpresa…si os encontráis perdidos siempre podéis
pedir consejo a una buena amiga, pero no a una ex, porque eso es otra regla: las ex nunca suelen ser
vuestras amigas.
4-
No nos
comparéis con vuestra madre. En esta regla, por suerte, hablo desde el desconocimiento, porque no me puedo creer que todavía no sepáis que las madres y las novias pueden llegar a ser elementos opuestos. Ninguna es mejor, y si lo es, hay que cerrar el pico. Por favor, madre y novia son polos opuestos, o
se adoran o se odian, no mezclemos sustancias porque podemos provocar una
explosión.
Y bueno, estas son sólo algunas
de las pinceladas que terminan por llevarnos a esos dulces encontronazos, que
al final nos terminan hasta gustando. Me dejo mucho más en el tintero, pero por
ahora, espero que os apañéis con estos sencillos pasos y disfrutéis del juego de la seducción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario